viernes, 15 de septiembre de 2017

LAGO, de Jean Echenoz (Anagrama, ebook)

Título: Lago
Autor: Jean Echenoz (1948-)
Título original: Lac (1989)
Traducción: Josep Escué
Cubierta: Planeta Arte & Diseño (diseño); Akg Images - Album (foto)
Editor: Editorial Anagrama (Barcelona)
Edición: 1ª ed.
Fecha de edición: 2016
Descripción digital: 1 ePub (184 p.)
Serie: Otra vuelta de tuerca
ISBN: 978-84-339-3673-8
Depósito legal: s.d.
Estructura: s.d.
Información de venta:

Información en línea:
Galardonada con el Premio Europa de Literatura, Lago (1989), la cuarta obra de Jean Echenoz, es una diabólica novela de espionaje que al mismo tiempo puede leerse como una sutilísima parodia del género. Franck Chopin, de profesión entomólogo y agente secreto a tiempo parcial, reparte sus intereses entre el estudio de las moscas y las mujeres de su vida. Entre éstas ocupa un sitio privilegiado la bella y enigmática Susy Clair, cuyo esposo Oswald, diplomático francés, desapareció misteriosamente seis años atrás sin que el caso llegara a resolverse. Vital Veber, alto dignatario extranjero que acaba de llegar a Francia, se aloja en el suntuoso Parc Palace du Lac, protegido por dos gorilas infranqueables: la pulposa Perla Pommeck y el brutal Rodion Rathenau. El coronel Seck, superior jerárquico de Chopin, le encomienda la vigilancia de Veber, sospechoso de infamias sin cuento. Seck tiene en alta estima el desempeño de Chopin, cuya especialidad consiste en colocar minúsculos micrófonos en sus moscas para así escuchar las conversaciones de los sujetos vigilados. El miope y flemático Chopin se instala, pues, con sus artilugios en el Palace, donde los diversos hilos de la trama se atan y desatan vertiginosamente. En resumen, una novela tan trepidante como divertida, poblada por una galería de personajes sorprendentes, que atrapa al lector en una trama seductora, sutilmente entretejida y magistralmente resuelta.
«Lago es el arte de la frontera, de la ambigüedad, de lo real y lo fantástico, de la tragedia y del absurdo. También de una distancia que el novelista conquista gracias al humor. Las dulces violencias de Jean Echenoz con la lengua y la gramática son actos de amor, signos vitales de esas pequeñas revoluciones que conforman la gran literatura» (Michèle Gazier).
«Echenoz nos sumerge en un universo puramente literario, desprovisto de angustias existenciales y esenciales, y reivindica el artificio como fuente de belleza» (Patrick Grainville, Le Figaro).
«Elipsis sin centro, danzante, juguetona, sin otro objeto que un parecido con la vida, fascinada, fascinante» (Bertrand Poirot-Delpech, Le Monde).
«Este libro es heredero del deslumbrante arte de Raymond Roussel. Te exige, te sigue, te observa. Te perseguirá siempre» (Enrique Vila-Matas).
«En esta novela vertiginosa y llena de paradojas, y de saltos, se encontrará con la alquimia de la fascinación: hay espías, damiselas pulposas, gorilas y una acción trepidante» (Rayuela).
«Divertida e inteligente» (Juan Cantavella, Diario de Cádiz).

Jean Echenoz (Orange, 1948): ha publicado en Anagrama doce novelas: El meridiano de Greenwich (Premio Fénéon), Cherokee (Premio Médicis), La aventura malaya, Lago (Premio Europa), Nosotros tres, Rubias peligrosas (Premio Novembre), Me voy (Premio Goncourt), Al piano, Ravel (premios Aristeion y Mauriac), Correr, Relámpagos y 14, así como el volumen de relatos Capricho de la reina. En 1988 recibió el Premio Gutenberg como «la mayor esperanza de las letras francesas». Su carrera posterior confirmó los pronósticos, y con Me voy consiguió un triunfo arrollador. Ravel también fue muy aplaudido: «No es ninguna novela histórica. Mucho menos una biografía. Y ahí radica el interés de este espléndido libro que consigue dar a los géneros literarios un nuevo alcance» (Jacinta Cremades, El Mundo). Correr ha sido su libro más leído: «Hipnótica. Ha descrito la vida de Zátopek como la de un héroe trágico del siglo XX. La de un ciudadano sin ideología que fue víctima de los dos grandes totalitarismos» (Miquel Molina, La Vanguardia); «En Correr nos reencontramos con la ya clásica voz narrativa de Echenoz, irónica, divertidísima, y tan cercana que a ratos parece oral... Está escribiendo mejor que nunca» (Nadal Suau, El Mundo). Relámpagos «devuelve a la vida al genial inventor de la radio, los rayos X, el mando a distancia y el mismísimo internet» (Laura Fernández, El Mundo). La acogida de 14 fue deslumbrante: «Una obra maestra de noventa páginas» (Tino Pertierra, La Nueva España). Su última entrega, Capricho de la reina, «es una caja de siete bombones: prueben uno y acabarán en un santiamén con la caja entera» (Javier Aparicio Maydeu, El País).


MI COMENTARIO:
Un entomólogo llamado Franck Chopin (los personajes de la novela tienen nombres con connotaciones graciosas) se dedica a tareas de espionaje en Francia. El coronel Seck, oscuro personaje de las sombras gubernamentales, le encarga obtener información de Vital Veber, un importante funcionario del bloque del Este, que acaba de arribar a París. Esta línea argumental se va mezclando con la vida personal de Chopin y su aventura amorosa con Susy Clair, una mujer cuyo marido, un diplomático, había desaparecido misteriosamente tiempo antes. Las otras protagonistas de la novela son sus moscas, que prepara para que carguen con minúsculos equipos que graban las conversaciones y movimientos de las personas que sigue y vigila.
Echenoz, considerado un autor fundamental de las letras francesas desde hace tres décadas, entrega con Lago un relato preciosista, minimalista, sofisticado y por momentos poético, pero todo en una secuencia de hechos que no llevan a ningún lugar, sin un desenlace dramático o de cualquier otro tipo. Para Echenoz, lo importante no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta. Le da a cada capítulo y cada párrafo una autonomía reluciente, basada en una escritura exquisita pero a la vez muy pensada, hasta rebuscada. A veces logra textos dulces, y otros simplemente edulcorados. Sólo sale de su preciosismo cuando parece aludir a sí mismo, a sus propias manías y gustos. El mensaje de Lago sería: “El mundo es como es, no se puede cambiar, no hay que desesperarse, sólo queda elegir la forma de contar su deriva”.
En cierta manera, es un libro invalorable, en el sentido de que no puede dársele un valor dentro de una escala. Puede gustarte un párrafo, y desilusionarte el siguiente. No hay un crescendo en la obra. El final es un antifinal: donde debería haber desesperación, simplemente hay una nueva mirada del papel que tuvieron los protagonistas de la historia. Chopin no logra su objetivo, Suzy Clair encuentra a su marido, los rusos ganan un espía, pero en realidad todo eso poco importa. La caída del Muro de Berlín está muy cerca.

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